jueves, 1 de septiembre de 2011

Nanotecnología: abordar el riesgo de su toxicidad


Países en desarrollo necesitan regular la nanotecnología e investigar los patrones locales de riesgo, dicen Alok Dhawan y Vyom Sharma.

La nanotecnología, la ciencia de la manipulación de diminutas partículas de menos de 100 nanómetros de diámetro, tiene muchas aplicaciones en productos de consumo, dispositivos biomédicos, agentes de administración de fármacos y en el sector industrial.

Solo en el sector del consumo, más de 30 países están fabricando cerca de 1.300 productos basados en nanotecnología, incluyendo textiles, empaques de alimentos, cosméticos, equipaje, juguetes infantiles, detergentes para pisos y vendas para heridas. El número de estos productos ha aumentado en cinco veces en los últimos cinco años.

Pero este rápido crecimiento también ha acarreado preocupaciones sobre el potencial de efectos adversos en la salud humana y el medio ambiente. Aunque la investigación sobre los daños no ha sido concluyente, los países en desarrollo que adoptan la nanotecnología no deberían pasar por alto los posibles riesgos y deben regular los productos que contienen nanopartículas.

Propiedades especiales, posibles daños

Su pequeño tamaño otorga a las nanopartículas algunas propiedades físicas inusuales, dado que el área de su superficie es proporcionalmente mayor a su volumen, en comparación con partículas más grandes. Esto también puede hacerlas biológicamente más activas. Por ejemplo, cuando el oro, usualmente un material inerte, se convierte en una nanoforma, actúa como un catalizador de reacciones químicas debido a la elevada reactividad de su superficie.

Esto sugiere que las nanopartículas podrían interactuar en forma diferente con sistemas biológicos, en comparación con partículas más grandes, y podrían llegar más lejos dentro del cuerpo.

Las personas pueden exponerse a las nanopartículas directamente —a través de fármacos a base de nanotecnología y cosméticos o protectores solares que se aplican tópicamente— o indirectamente, por ejemplo, por inhalación durante la síntesis de nanopartículas.

Varios estudios han documentado toxicidad in vitro e in vivo ante la exposición a nanopartículas. La evidencia sugiere que éstas pueden inducir daño al ADN, especies reactivas al oxígeno, daño a organelos celulares y muerte celular.

Y un estudio publicado en el European Respiratory Journal en 2009 asegura que siete trabajadoras chinas desarrollaron severo daño pulmonar después de inhalar nanopartículas de poliacrilato producidas en su fábrica de tintas. Esta es la primera vez que se establece un vínculo entre exposición a nanopartículas y salud humana [1].

Riesgo en la agenda…

Actualmente no existe en ningún país un etiquetado obligatorio de nanomateriales como potencialmente peligroso. Pero gobiernos e instituciones científicas en el mundo desarrollado —incluyendo a la Royal Society, del Reino Unido, y la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) — están prestando atención a los potenciales daños y han establecido comités para formular directrices sobre evaluación de riesgos.

Por ejemplo, bajo las actuales regulaciones, la EPA está proponiendo reglas que exijan a quienes fabrican, importan o procesan dos sustancias químicas —nanotubos de carbono monocapa o multicapa— que presenten una advertencia con información que podría ayudar a monitorear los riesgos para la salud o para el medio ambiente.

De forma similar, el gobierno de Estados Unidos está evaluando la seguridad para el medioambiente de las lavadoras que usan nanopartículas de plata al final del ciclo de lavado. En 2005 la preocupación sobre los efectos tóxicos sobre las poblaciones de microbios motivó el retiro temporal de una lavadora que usaba nanopartículas de plata en Suecia.

En EE.UU. la EPA ya ha decidido regular los productos que contienen nanopartículas de plata, las que se usan ampliamente en productos de consumo y tienen propiedades antibacterianas.

…mientras los países en desarrollo carecen de orientaciones

Pero a los países en desarrollo aún les falta conciencia sobre los potenciales peligros de los productos de consumo nanotecnológicos, y solo unas pocas directrices son de dominio público.

Una compañía en la India ya afirma ser la mayor fabricante mundial de telas nanotecnológicas. Muchas otras empresas que sintetizan nanopartículas —para uso en cosméticos, por ejemplo, o dispositivos de filtración de agua— están emergiendo en países como China e India.

Los marcos regulatorios y directrices para la síntesis, uso y desecho de nanomateriales tienen gran importancia para el desarrollo responsable de la nanotecnología en países en desarrollo. Organizaciones internacionales y naciones desarrolladas pueden ayudarles compartiendo información científica y tecnologías para evaluar la seguridad ambiental y sanitaria.

Y para controlar las exposiciones ocupacionales, los marcos regulatorios deberían incluir documentación obligatoria para los nanomateriales desarrollados y el personal involucrado, además de capacitar a los trabajadores para que tomen precauciones.

Nuestra institución, el Instituto Indio de Investigación en Toxicología, en Lucknow, publicó recientemente directrices de manipulación segura de nanomateriales en laboratorios de investigación, un paso en la dirección correcta [2].

Consecuencias, no solo aplicaciones

Pero la vasta mayoría del financiamiento gubernamental en las naciones en desarrollo se gasta en investigación sobre aplicaciones, más que en las consecuencias de la nanotecnología.

Por ejemplo, de más de 200 proyectos de investigación financiados entre 2001 y 2010 por el Departamento de Ciencia y Tecnología de India bajo su emblemático programa Nano Misión, solo uno estaba directamente relacionado con estudios de toxicidad de las nanopartículas (y lo ganó nuestro instituto).

Como resultado, los científicos pueden fallar en la identificación de cualquier impacto de la nanotecnología que sea específico para poblaciones o para el uso de un producto en países pobres; los patrones de distribución ambiental y exposición podrían ser distintos en países en desarrollo.

La actual investigación en nanotoxicidad no considera cómo los diferentes ambientes locales y poblaciones pueden influir en los riesgos. Las personas en países en desarrollo podrían ser más propensas a efectos adversos de las nanopartículas debido a condiciones de salud subyacentes y malnutrición.

Asimismo, la susceptibilidad genética a los efectos tóxicos varía en los distintos grupos étnicos y áreas geográficas.

La comunidad científica debe identificar estas brechas de información antes de desarrollar regulaciones y metodologías estandarizadas para la evaluación de la nanotoxicidad.

Alok Dhawan es científico principal y Vyom Sharma es miembro investigador senior del Grupo de Toxicología de Nanomateriales, del Instituto Indio de Investigación en Toxicología CSIR, en Lucknow, India.

REFERENCIAS

[1] Song, Y. et al. Exposure to nanoparticles is related to pleural effusion, pulmonary fibrosis and granuloma. European Respiratory Journal 34, 559–567 (2009)

[2] Dhawan, A. et al. Guidance for safe handling of nanomaterials.Journal of Biomedical Nanotechnology 7, 218–224 (2011)

Alok Dhawan and Vyom Sharma
SciDev

México: atentan contra expertos en nanotecnología


Los ataques recientes contra científicos mexicanos han sido orquestados por un grupo extremista que se opone a la nanotecnología, y podrían estar planeando nuevas acciones en contra de científicos como individuos, según su manifiesto.

Dos profesores fueron heridos al abrir un paquete que contenía una bomba casera en uno de los campus del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) en México a principios de este mes (8 de agosto).

Según las autoridades locales, el ataque provino del grupo denominado ‘Individualidades Tendiendo a lo Salvaje’, el que asumió la responsabilidad en un blog detallando la elaboración de la bomba que coincidía con la evidencia encontrada por la policía.

El grupo ha publicado un manifiesto de 5.400 palabras que sostiene que la investigación en nanotecnología puede causar que “la Tierra y todxs lxs que nos encontremos en ella nos habremos convertido en una gran masa gris, donde reinaran nanomaquinas inteligentes [sic]”.

“Muchxs quizás dirán que la Tecnología ha ayudado a que la medicina sea mas eficaz, y nos tachen de inhumanxs […] pero allí, se esta cayendo en una de las tantas trampas del sistema [sic]”, dice el manifiesto, acusando a la nanotecnología de ser propaganda de dominación global.

La declaración señala que sus objetivos son los individuos y no sus instituciones, identificando a cinco nombres de nanotecnólogos. El grupo también se adjudicó la responsabilidad de dos ataques de bomba previos, en abril y mayo, en contra de Óscar Camacho, investigador del Instituto Politécnico Nacional de México.

El ITESM ha incorporado medidas de seguridad como la instalación de detectores de metal, el uso de perros policía, la inspección de vehículos y de paquetería; pero otras instituciones no han sabido cómo actuar.

“Considero que la respuesta gubernamental fue lenta, sobre todo enmás clara y contundente difusión de los mensajes de condena”, dijo a SciDev.NetManuel Torres, director del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Torres agregó que el instituto recibió asesoría del gobierno en medidas de seguridad para vigilar la paquetería y posibles amenazas telefónicas.

Silvia Ribeiro, directora para América Latina del Grupo ETC, que se opone a la no regulación de productos nanotecnológicos, dijo a SciDev.Net que “absolutamente condenamos estos actos [bombazos]”

Ribeiro agregó que ellos promueven debates abiertos que incluyen a científicos y a la sociedad.

Arturo Barba, periodista de ciencia y director de la agencia de noticias Sapiens, dijo a SciDev.Net que el insuficiente apoyo gubernamental para investigación puede llegar a ser más nocivo que tales ataques en el largo plazo.

“El gobierno mexicano le ganó a los ‘salvajes’ en destruir el laboratorio de nanotecnología más importante de América Latina”, dijo, refiriéndose al desmantelamiento de un prestigioso grupo de investigación en nanotecnología por desacuerdos con la administración.

Barba dijo que factores como una cobertura insuficiente de ciencia en los medios; científicos que tienen poco interés en comunicar su trabajo; autoridades que no se apoyan en la ciencia y la terrible educación pública “hacen un caldo de cultivo ideal para que ocurran este tipo de cosas”.

Agregó que es algo extraño que un grupo con tales características ataque en México, porque no es uno de los países más avanzados en nanotecnología; y todavía más extraño que atacaran al ITESM, porque hay muchos otros centros que están muy avanzados en la materia.

Torres dijo: “no creo que debamos cambiar la forma en que se conducen este tipo de investigaciones, ni mucho menos considerar renunciar a la nanotecnología. Pero, inevitablemente, tendremos que reflexionar sobre la forma en que comunicamos estos temas”.

Lucina Melesio Friedman
SciDev